viernes, 24 de enero de 2014

Se tiene una vacante en la nave espacial







Mi velocidad es rapidísima, le gano a todos corriendo(¡Ja! Corro más rápido que tú. Y tú eres lento, ¡ja!) Siempre en el primer lugar. Porque mientras más medallas y reconocimientos tenga soy todo exitoso. Aunque sea un inútil en la vida tengo reconocimientos. ¡Reconocimientos! Digo que soy un muchacho versátil. Viajando en una nave espacial. Camino en el aire pero cuando lo hago nadie está ahí para acompañarme. Ni siquiera una persona solitaria y extravagante como sacada de los cómics de Daniel Clowes. Todos van y rodean al piloto para ver cómo maneja. Algo increíble que nadie ha visto. Y el piloto se pone como Sheldon de The Big Bang Theory a presumir de su técnica excelsa de manejo. (Pero él dejará de ser un Sheldon y se convertirá en el típico perdedor de las sitcoms al que todo le sale mal. Será como un George de Seinfeld. De eso estoy seguro). Puedo ver al género humano desde aquí. Si se acercan mucho mejor me alejo de la ventana. Se emocionan y quieren que los veamos… Tenemos una emergencia.

Todos pónganse los cinturones.

Voy con mis compañeros a ver cuál es el problema. Checamos los controles y la Pantalla de Aviso. No dice nada la Pantalla de Aviso. La Pantalla de Aviso no tiene que decir nada, solo da avisos. Finalmente no era nada.

«Je je, una pequeña equivocación para llamar la atención.», dice la cara del Sr. Tress. No habla pero su cara lo dice todo.


El piloto pone algo de Orchestral Manouvers in the Dark. No tengo idea de cómo lo hizo. En la nave espacial no hay reproductor de música. Al abordar, ni siquiera podíamos cargar con nuestros poderosos celulares Android del otro mundo(en sí, es este mundo, porque nosotros estamos en el otro mundo, o sea aquí). La canción es «So in Love». Y todos empiezan a bailar. Le hacen un guiño al piloto. El tema de la nave, dicen. Tenemos nuestro soundtrack, ¡por fin!   Y el piloto logra que veamos a través de la nave, en el espacio—como cuando en las películas románticas un novio le pide a su novia que se case con ella—, el tema de la canción, en humo:

So in Love

Ahora atravesamos un puente con forma de arcoíris. Es diferente hacerlo en una nave. En el puente, abajo, estaba el género humano. Con sus cabezas hacia arriba mirándonos. Vi que nos saludaron. Fue impresionante. Así, ver que te saludan, desde las alturas. Parecían Playmobil.
                     
                       Y                                                                                                                                                                                           SALUDO DE AMOR Y PAZ

Mi creencia es a El Dios de la Nave. Dicen que está acá arriba. No lo he visto. ¿Tú ya lo viste? No, no lo veo. Aun así creo en su existencia. Siempre me han dicho que existe El Dios de la Nave. Y lo creo. Que él hizo esta y todas las naves espaciales. Aunque a veces no entiendo por qué tenemos una nave sin televisión y la de Los de la Competencia sí tiene. Están viendo el programa en que parejas bonitas salen a la pista de baile a luchar por su sueño. Este parece ser que es bailar porque no saben que se puede hacer otra cosa en la vida. Y a Los de la Competencia les entretiene ver a parejas bonitas mover sus pies y bailar las mismas canciones de siempre. Y en los 7 canales de la televisión están ese tipo de programas, menos en el Espacial4 que se habla sobre «La actualidad del espacio». El argumento es algo así: aparecen dos personas sentadas en un escritorio presentando los acontecimientos más importantes en el día(miran a la cámara): pasan, dicen los acontecimientos, pasan, dicen los acontecimientos y así hasta que no haya más acontecimientos. Sí, este programa nunca va a tener un RIP cuando se hable de él.

El desafío es llorar desde acá arriba. Es algo desafiante por parte del Sr. Tress. Él propuso este desafío. Es el que hace los desafíos. Porque es el jefe y él es el único que puede desafiarnos y nosotros los únicos que aceptamos sus propuestas. Se tiene una vacante en la nave espacial. Es como piloto de la nave. El piloto actual va a renunciar en dos horas. Me lo dijo el Sr. Tress.

—Sí, Lucius… ¡Oh, Lucio. Cierto! Recuerda que aquí en el espacio las últimas letras cambian por el ius. Es una norma. Sí… Lucius, allá Lucio, acá Lucius, ¿a ver cómo es allá?... Bueno, como sea… El piloto va a renunciar pronto. No me gustó para nada ese mensajito que puso en el espacio. La canción sí, el mensaje no. ¡No podemos permitirlo!

El piloto actual le tiene desprecio al Sr. Tress porque dice que él «…es una de esas personas que explota a los pilotos de naves espaciales». Pero nunca se lo ha dicho directamente al Sr. Tress. Nos arrincona y lo dice en voz bajita. (Dice que tiene un dolor de garganta por tanta explotación del Sr. Tress). Creo que por eso lo va a hacer renunciar el Sr. Tress. No le creí lo del «mensajito». Él estaba muy animado y hasta estaba bailando con la Srita. Andreius, la astronauta gordita que nos acompaña. Tendré un aumento de salario. Me lo dijo el Sr. Tress después de lo del piloto. Pero antes me harán una rebaja y ya después me lo aumentarán. Estoy contento. Es una ventaja, así yo no tengo que hacer todo eso de los cálculos y escribir puros números (con lápiz que ni se ve) en unos papelitos. Debo ser un idiota si me la paso estudiando los beneficios que tendría con mi nuevo salario. Todo el tiempo ahí en la nave, calculando. Tío aburrido.

La nave espacial va hacia delante. Vamos directo y parece que nos vamos a estrellar con algo. Pero, es el espacio y en el espacio no hay nada con lo que nos podamos estrellar porque es eso, espacio. La nave se detiene, ahora va hacia atrás. Creo que estamos en un juego de Six Flags. Una diversión increíble la que se echa uno en los juegos mecánicos y las emociones extremas que lo ponen a uno a flor de piel. Solo para gente atrevida. Y divertida, también. Esto del cambio de direcciones fue ideado por el piloto actual. Dice que vio a un tipo extraño enfrente del cristal de la nave, por eso lo hizo. Que íbamos a chocar con la pequeña nave del tipo. Y a salir volando por las ventanas. Y él, como lo hace desde la Ciudad de México prefería no andar atropellando gente por la calle. Enfatiza que solo cuando juega Grand Theft Auto: San Andreas se puede dar esos lujos. Fue un hijo adoptado, dice el Sr. Tress refiriéndose al tipo extraño que iba a machucar el piloto actual. El Sr. Tress dice que los hijos adoptados hacen eso. No sé por qué dijo eso, pero se ve que el Sr. Tress sabe mucho de la vida. Yo soy un hijo inadaptado. Mis padres dicen «Hijo, lo sentimos, pero eres raro». Inadaptado, les contesto. Soy inadaptado. ¡Oh, por eso!, siguen. Eres raro. Mi familia vive aventuras que son de la Tierra pero a la vez de otro mundo. Siempre chistosas. Parece que nunca pasan por cambios en el estado de ánimo. Creo que se les denomina gente divertida. En el espacio hablamos de fútbol. Aquí nadie dice Cállense, Hablen de otra cosa. Aparecen los tópicos: partidos, futbolistas, jugadas, técnicos, copas, ligas, estadios, etc. Alguien dice «El mejor fútbol es el del contraataque, el que se posiciona bien y no necesita mandar como locos a todos sus jugadores al frente». Empieza a mencionar: Arrigo Sacchi, Carlos Salvador Bilardo, Manuel Lapuente, José Mourinho, etc. Otros golpean y dicen «El fútbol es un deporte de conjunto y si se practica con toque y atacando al rival es mucho más agradable». Empieza a mencionar: Cesar Luis Menotti, Louis Van Gaal, Arsene Wenger, Ricardo La Volpe, Alberto Zaccheroni, Joseph Guardiola, etc. Yo no entiendo y no sé qué decir solo que me gusta jugar PES y me voy por toda la banda del campo y tiro centros y así meto gol. La cosa se pone buena y hasta el piloto entra a la plática. Y estamos a punto de matarnos cuando él comienza a dar su punto de vista…

El desarrollo del viaje es «malo». Necesitamos punchis - punchis, que se vea que hay un buen ambiente en el espacio. No se siente nada al viajar y casi todos están dormidos. Están parados(así duermen). Todos están así menos el Sr. Tress. Pero el piloto actual ha hecho lo que ha podido. Cabe destacar que es su despedida y no ha intentando chocar la nave como venganza contra el Sr. Tress por hacerlo que renunciara para que pierda la vida y con ello la perdamos todos. Admirable de su parte. Desea de todo corazón que las cosas salgan bien. Por el bien de todos. Y porque en estos momentos ya todos somos buenos.

Se me manda por el expediente del piloto actual. Se le va a romper en pa-pe-li-tos, según las palabras del Sr. Tress. Ansío que el piloto se vaya. Yo sería el próximo piloto de la nave. Ya no lo soporto más. Todos lo idolatran como si realmente fuera Phil Collins. Phil Collins se merece una admiración así, él no. Él alardea mucho y dice que ha sido el mejor piloto que se ha tenido en la nave. Mandó a hacer un cuadro con su fotografía vestido de piloto, su nombre y el tiempo que estuvo aquí, 2008-2013. La colgó atrás de su asiento, donde yo pondría mi camisa del Atlante para forrarlo. Pero las cosas van a cambiar. Él no es nativo del espacio. No es de aquí. La nave espacial es enorme y él diminuto.

Tomé la decisión de nacionalizarme «espacial» porque esta nave me ha dado mucho y yo aquí ya tengo una vida hecha. Mis hijos nacieron aquí. Son espaciales, al igual que yo.

(Bueno, no tengo hijos pero eso se dice cuando uno ya está nacionalizado. Yo ya estoy nacionalizado. Soy del espacio.)

Está bien, no he estado haciendo lo correcto. Eso de hablar a las espaldas del piloto aprovechándome que él está adelante. Todavía estoy a tiempo para cambiar. Sí, mi actitud es reprobable. Pido disculpas.

P E R D Ó N

(Bueno, ya se hizo eso de las «disculpas». Además, él ya no será el piloto y es muy disfrutable hablar a las espaldas de alguien. Por lo tanto, todavía puedo hablar de él…)

Es una maravilla dormir en el espacio. Duermo en la mejor cama. Mis pies lo demuestran, están libres a pesar de apoyarse en la cama. Estoy durmiendo parado. Me despierta El Alcalde de El Espacio. Sí, también venía con nosotros El Alcalde en la nave. Qué emoción. Bueno, él me levanta.

«Ya es hora, ya es hora», dice estricto, presionando.

Trae puesto su uniforme de acero. Nadie tiene uno así. Pero, es que él es El Alcalde y puede tener lo que quiera. No por nada superó victoriosamente todos los grados de estudios requeridos. Él obtuvo una muy buena preparación como para ser El Alcalde. Aunque sí, lo hizo fuera de El Espacio. Dice que alguien le robó su celular y ¡esto no se va quedar así! Está enfurecido(Él puede cargar con su celular, es El Alcalde). Como complemento él dice que era de mármol. Un celular de mármol. Y que solo están disponibles en la Tierra. Él no bajara a la Tierra. El Alcalde no tiene por qué bajar a la Tierra, y aparte, está muy cansado. Ha trabajado mucho el día de hoy y ya no soporta esas botas negras de cuero traídas del mismísimo bosque con todo y el animal para ver si sí era ese el que le gustaba para hacerle su modelito de botas. El piloto actual quiere bajar. Está muy servicial y nos sorprende a todos con su iniciativa. Pero parece que ya se quiere ir, ya quiere tener su despedida. Nosotros bajamos estrepitosamente hasta al fondo del mundo. Agárrense de donde puedan o pónganse los cinturones. Vamos descendiendo y yo quiero llorar pero no puedo.

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