1. Suba o baje las escaleras(según sea el caso) para entrar
a la estación. Si no hay escaleras ¡Cuidado!
Eso no es un metro. O llámeme para verificar que sí lo es. Teléfonos:
555-32-438-00. 01-800-AYUDAMETRO(Sí contestamos).
2. Si tiene boletos o tarjeta del metro(y lo dice cada que
va al metro: ¡Tengo tarjeta!) omita este paso. Si no tiene ni uno ni el otro ponga
atención:
Diríjase a la primera y única taquilla que está abierta para
comprar sus boletos. Actúe como que tiene prisa y es una persona muy
ocupada(Puede que la Vendedora de Boletos lo vea, tome en cuenta su actitud y
se apure).
Si está en una estación muy concurrida —en cuanto a la taquilla—
como Moctezuma, Pino Suarez o Zócalo la fila para comprar boletos llega hasta
la puerta de su casa. No salga de ella y tampoco se levante del sillón: usted
desde su casa ya está formado.
3. Si ya tiene los boletos, guárdelos. Solo deje uno afuera y
vaya hacia los torniquetes. Puede saludar al policía. Se le concede eso. Pero
solo a El Policía del Metro. No a todos los policías. Porque puede entrar en
confianza y empezar a saludar a todos los policías que se encuentre, e incluso hacer
uso del chócalas con el puño de la mano.
Y déjeme le digo que eso, eso no está bien. Son autoridad. Y a La Autoridad no
se le puede tratar de tú a tú. Antes que nada, para cualquier situación que
queramos tratar le tenemos que dignar reverencia. Este … Sí. Ingrese su boleto
en los torniquetes. Empújelos y ¡Bienvenido
al metro!
¿Por qué yo tengo que decirle a alguien lo que debe de
hacer? ¿Quién soy yo como para andar diciendo «haz esto», «esto no»? ¿Soy un
orador?
Porque tú has sido el
elegido de dar las «Instrucciones para andar en el metro».
¡Oh, vaya! El panorama se aclara… Lo entiendo, pero….¿De
quién es esa voz? ¿Eres tú, Dios del Metro?
Sí…
4. Ya en el anden escoja el punto que desee para abordar el
vagón. Sugiero que sea «en medio». La razón: La gente famosa del metro siempre
va «en medio». Si la encuentra, puede pedirle un autógrafo. Puede acceder o no
puede acceder. Usted solo diga:
—¿Me da su autógrafo?
Espere unos segundos… Si lo volteó a ver, bien, sino no se
moleste(Es que ahí sí depende de la fama de la persona). Procure pedírselo a
los que no sean tan famosos. Como recomendación: No vaya hacia el último vagón.
Ahí hay muchachitos(as) que hacen cosas perversas.
Y eso no está bien visto en la sociedad, que hagan cosas perversas.
5. Ingrese al vagón. Ya adentro tiene dos opciones: ser un
pasajero normal o ser un pasajero odiosito-quiero molestar al pasajero
normal.(Al pasajero amoroso-caliente se le menciona más adelante). Si es del
primer tipo entre y busque un lugar donde permanecer mientras llega a su
destino. Si decidió ser un pasajero odiosito-quiero molestar al pasajero normal
quédese ahí en la puerta y evite que entre y salga el mayor número de pasajeros
normales. Esto es una guerra y si lo logra ¡ha
ganado la batalla!
6. Si no tiene nada que hacer en su viaje póngase a ver las
estaciones del metro. Si ya las ha visto anteriormente vuélvalas a ver. Es
entretenido. Lo es, ¿verdad? DÍGAME que lo es… Está bien. Tendrá unos segundos
de reflexión. No, no piense en porqué aquel señor desgraciado ha traído (de
nuevo) las boinas a la vida. Y ha regresado la moda de las boinas. Algo
espantoso. Reflexione el porqué una estación se llama así y no de otra manera.
Sí, aparecen personajes célebres. ¿Usted es un personaje célebre? ¿Quiere ser
un personaje célebre? ¿No es lo que más desea en la vida? ¿No es su anhelo? Oh,
bueno, está bien… También hay lugares memorables de la historia de nuestro
país. En sí, usted pudo comprar El
Gráfico o el diario BASTA! para
estar al tanto de lo que pasa en el mundo. Pudo traer el Informe dado por su
jefe y así enterarse de lo que sería la Junta Directiva programada para dentro
de unas horas. Pudo cargar su kit de belleza para que las demás mujeres vieran
que Sí, en efecto, ya le está haciendo a eso del maquillaje. Y ahora sí le
sale(Antes no le salía). Pudo traer su reproductor de música portátil y subirle
a todo volumen para que la gente se enterara de que le gusta Foo Fighters o
Pink, Natalia Lafourcade, según sea el caso. Pudo traer un libro de Vicente
Leñero para ir leyéndolo y dejar de lado todo lo que ocurre en el metro. Incluso
pudo traer su PS Vita para que todos vieran cómo jugaba pero usted, simplemente
no quiso. Le toca ver las estaciones del metro.
7. Si se va a agarrar del tubo horizontal del vagón procure
ser delgado y tener buena figura. Le puede estorbar a los vendedores de Sí, Mira
te vas a llevar a la venta…. cuando se deslizan por el vagón. Y se pueden
molestar si les estorba. Le recomiendo que mejor les deje esa zona libre para
que puedan pasar. Hay que respetarlos. Vienen a hacer su trabajo dignamente.
Usted debe de quedarse sordo con el sonido retumbante de las bocinas(o también
llamado equipo de sonido más potente de la historia «prestado» de la fiesta de 15 años de la prima Cindy) que traen los
Chicos Música del metro. Ellos están haciendo una manda cargando esos equipos
de sonido. Algunas se dirigen a Universidad, otras a Observatorio, algunas a Buenavista,
Pantitlán, Constitución de 1917, etc. (hay muchos lugares para hacer mandas.
Infórmese.). Así que usted respételos. Aparte, ellos siempre quisieron ser promotores
musicales.
8. Evite, por favor, ver a personas del sexo opuesto. Solo
si se quiere convertir en un pasajero amoroso-caliente, hágalo. Se puede
enamorar. O ponerse caliente. Haga que ve hacia otro lado, a las estaciones del
metro. De pronto aparece en su frente el amor, así sin mas. Le llega como si
nada a su sitio. Primero será tan sólo una mirada, irrelevante como todas con
las que cruza en el día. Pero luego no solo será una segunda mirada sino se le
da una señal de que ESTO ES AMOR y se produce lo que es el flechazo. O a veces
solo es un emocionante arrimón. Se verán cara a cara, los ojos, eso que te dice
todo. Será suficiente para que se encuentren el uno al otro. No es necesario
que hablen, lo suyo latera por dentro y se fortalecerá por fuera, como todo
buen amor.
Así es el metro.
9. Si se puede reponer de la experiencia voltee a ver las
estaciones del metro, si no también(quizá ya paso su estación).Si todo esta
bien y hay un lugar desocupado —aunque baje en la próxima estación—, siéntese.
Es de otro mundo el estar sentado. No hay nada como un lugar para sentarse.
¿Estar parado? ¡Eso es cosa de ayer! Si las cosas no están bien, tranquilo. Lo
entiendo. Usted bajará en la próxima estación y se irá en dirección contraria
para regresarse a su destino correcto. ¿Sí va bien? ¡Perfecto! Usted relájese,
es solo amor calenturiento.
¿Le he dicho a un sin fin de gente lo que tiene que hacer?
Soy todo un mandón. Ven tú aquí, esto que te diga lo vas a hacer. Así, de esta
manera… Así, así me gusta. Ven acá otra vez… No, nada, solo quería ver si venías. Sí, así.
Se lo dije, usted es
el elegido.
10. La estación de su destino está cerca, ¿verdad? Váyase dirigiendo
hacia la puerta. Que no le imponga miedo el pasajero odiosito-quiero molestar
al pasajero normal. Usted relajado, incluso indiferente. Aún no esté del todo
en la puerta. Un poco alejado. Quédese ahí y aguarde un instante… El vagón ya
llega a su estación. Acérquese, acérquese, que el pasajero odiosito no se dé
cuenta. Pero sí lo vio, ¿verdad? Ya le está poniendo trabas. ¡Perfecto, que inicie
el juego! Haga parecer que el movimiento efectuado hace un momento fue en
falso, que su intención no era la de bajarse del vagón. Hágalo… Ahora, momentos
después, proyecte que, en realidad, su intención sí es la de bajarse del vagón.
El pasajero odiosito-quiero molestar al pasajero normal ya se dio cuenta de
nuestra estrategia, ¿verdad? De lo que estamos planteando aquí. Bien, empiece a
esquivarlo. Vaya de un lado a otro: izquierda, derecha, hacia atrás, al centro.
Confúndalo. No, no era para allá era para acá. Jajaja. Aquí entre nos sí era
para allá. Pasajero odiosito idiota. Muévase. Recreé, imagine, invente, juegue,
innove, disfrute. Haga uso de todas las posibilidades. ¿El pasajero odiosito no
se cansa? ¡Por Dios! Se abren las puertas, bajan todos menos usted. El pasajero
odiosito-quiero molestar al pasajero normal extiende todo su cuerpo, se abre en
cruz. Sus manos estiradas agarran el tubo de cada esquina. Ha impedido solamente
su salida. Hizo un huequito para que salieran las demás personas. Ellas no
hicieron nada por usted, ¿qué iban a hacer por usted? Ey, qué te pasa, usted le
dijo al pasajero odiosito. Ayúdenme, les decía a las personas. Vámonos,
vámonos, dijeron ellas. Entonces, usted se queda adentro. Tranquilo, como dije anteriormente,
a la otra estación se baja y se regresa en dirección contraria. El pasajero
odiosito solo impide que no baje en la estación de su preferencia. Tampoco hace
tanto bullying. (Bueno, al menos esa es la información que tengo aquí).
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